SALA DE LOS MORIBUNDOS

En el hospital de la montaña hay una planta entera donde a los hipocondriacos, y a los desahuciados, les rellenan el frasco del gota a gota con agua caliente del grifo, dicen que no vale la pena hacerles felices.

Me colé en la sala de los moribundos buscando un rincón donde escupir los herrumbres de tanto café de máquina. Las enfermeras barrían los pulmones del viejo de la 107, que ayer los tosió tras la puerta. Vendajes y apósitos por el suelo.

El taxista loco de la 201 dejó que el hombre que violó a su hijo viviera doce años y un día, justo el tiempo que lo condenó la justicia, después lo arrolló con su viejo taxi, un supermirafiori 1500. Lo atropelló en la calle Entenza esquina Rosellón, al salir de la Modelo; ahora vive a pensión completa en la sala de los moribundos, su historial médico indica que está loco, que se quiere matar en su taxi, licencia número 1967.

Los borrachitos de la planta de abajo vienen a ver a los bronquíticos, unos esperan un hígado de recambio, otros llevan atada a la espalda una botella vacía de oxigeno. Organizan timbas de julepe en los descansillos del ascensor, se juegan una copa de anís o un par cigarrillos Winston paquete blando. Pero desde que murió el asmático de Lorenzo apuestan sin mucha ilusión, les abandonó antes de pagar la deuda etílica que tenía con el cirrótico de la 369.

Vicentico Pérez y Celia Cruz siguen cantando sus vasos vacíos en el mp3 de la enfermera, y se olvida completamente de que es la hora de repartir el veneno de las 22’30h.

( Defecto reconocido: quiero abolir los impuestos del tabaco y del alcohol, patrocinan lo que peor funciona en este país: sanidad, cultura, derechos sociales  )

12 comentarios en “SALA DE LOS MORIBUNDOS

  1. esto me recordó «la montaña mágica» de thomas mann… insomne… qué manera de poner a trabajar la cabeza de quién te lee!… me pasó como a cat… pude «ver» el hospital… y por supuesto, «escalofriarme»…

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  2. Jamás imagine el uso de dichos impuestos y solo ahora entiendo porque algunos quieren legalizar el consumo de ciertas drogas, los que más abogan por esa legalización son eacritores a los que no les alcanza, el patrocinio público y son in caso perdido y que decir de los enfermos sin esperanza…

    Me diste un gran idea, tengo que decirlo.

    En mis noches blancas que son la mayoría se me ocurren todo tipo de historias, pero tu forma de retratar la realidad es única y me da un chingo de envidia, estoy obligado a robar tus ideas.

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  3. Hay más gente en esa planta, uno que se fue allí porque en la calle no lo dejaban fumar, un gitano que apuñaló a un conserje en un semáforo y huye de la policía, un maltratador que no quiere quedarse a solas en casa con su mujer, todos tosen y dicen que les duele algo; la enfermera se ha quedado dormida pero ninguno sabe cómo funciona su MP3.

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  4. Un hospital que pudiera ser una alucinación del bueno de Poe en una noche insomne de las suyas. Dime ¿a quien ibas tú a ver?

    Estupendo, muy bueno. Me encanta todo lo voy leyendo. Eres incisivo, visceral.

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