OVERBOOK

¿Conoces esas cafeterías de alto standing o de bajo ranking que siempre están vacías? Establecimientos con decoración extravagante e indefinida, que a veces son laberínticas y otras son  áridas. Sí, ésas en las que no entramos porque no sabemos cómo comportarnos, no sabemos si el café es bueno, malo o regular, no accedemos porque no hay lista de precios y tenemos miedo a un atraco pecuniario.

Tu corazón es así.

 

¿Has visto esos asientos del autobús que están reservados para personas especiales? Siempre están al principio, nada más entrar, fácilmente localizables. Son un poco más amplios y confortables que el resto de butacas. Sí, ésos que siempre están ocupados por gente que no los merece, por turistas despistados que no entienden el idioma, por tipos egoístas que se aprovechan de nuestra indolencia, por listos que se pasan de tontos.

Tu coño es así.

33 comentarios en “OVERBOOK

    • Cuando se tienen los derechos adquiridos por el tiempo, por la palabra, incluso por el beso, lo único que resta es deshacerse de las piedras. Pero afina la puntería y dale una pedrada bien fuerte.

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      • Para la puntería hacer falta estar ciego. Y eso es una virtud que perdí hace ya tiempo. No me falta la rabia, en cualquier caso. Lo pagará a dentelladas, no temas.

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  1. Me sigues gustando, pero… ¿hay alguna de tus mujeres que merezca versos positivos? ¿o solo escribes de las que se han portado mal?

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  2. También me estaba preguntando lo de la misoginia pero en realidad me imagino que lo que te gusta es que te den caña. Todo este rodearte de zorrerío (literario) no puede ser más que una búsqueda desesperada de amor a cualquier precio. «Ensúciame que ya otra me limpiará con (sus grandes) labios».

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      • En el sistema cabalístico duda y hombre se equivalen. Yo no reniego las mías, sobre todo cuando apoyan en algo tan sujeto a cambios como mi percepción del mundo. :*

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    • Imagino que Tristesina lo ha escrito con todo el cariño, pero eso solamente puede certificarlo él.

      Tres desambiguaciones, dos veranos en Abril y un cíclope voyeur. Seguro.

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      • Yo sería incapaz de poner en duda sus buenas intenciones, aunque la verdad es que prefiero las malas; a esas se les toma cariño más rápido.

        En Abril hay la humedad, pero para ser Giges cualquier mes es bueno.

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      • Por supuesto que era con amor. Jolín.
        Le aseguro, Señora, que una de las pocas cosas de las que se me podría acusar es de misoginia. No teniendo el placer de conocer personalmente a Don Insomne, mis comentarios se refieren única y exclusivamente a su alter/ego y al universo que generosamente nos propone y al que entro y creo a pies juntillas. Es entonces con el gentilhombre de ligeros cascos que yo dialogo y en consecuencia, con el término «zorrerío» no me refería yo a las gentiles habituales de este blog si no a las desinhibidas señoritas que que desfilan por la parte narrativa de este espacio y que (corríjame Usted, don Insomne) para describirlas, no se hace exactamente uso del políticamente correcto. Mi respuesta a este post, era simplemente a tono. Creo que lo son siempre, a según lo que me inspiran (como texto).
        Espero una vez aclarada mi posición, no sobre este post, si no sobre la condición condición femenina en general… poder seguir comentando en plena espontaneidad. Con la venia. Heautontimoroumenos.

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        • Jaja, todo se daba por supuesto, no hacían falta explicaciones, mi querido H. Pero a uno que -también- es de pueblo le gustan las cosas claras y el chocolate espeso. Ahora todo zanjado. Yo desprecio por igual la misoginia como el proteccionismo, en eso estaremos de acuerdo.

          «políticamente correcto» es un término que hoy día tiene el mismo valor que un billete de veintisiete euros. Nulo. Más vale decir las cosas como son y aguantar el chaparrón.
          Bravo.

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  3. Siempre que leo «Señora» tengo que aguantarme las ganas de replicar «Marquesa». En todo caso no era necesario explicar; me gustó el término, por afición a la lengua si no por otra cosa, y por eso hablé de él. De otra manera -y eso tendría que saberlo bien el dueño de esta noble casa- no lo había hecho: yo sólo me tomo el trabajo de comentar lo que me halaga el ojo.

    Las desambiguaciones y los misóginos -y conste otra vez que me hago cargo de que no es el caso- me gustan; el chocolate no. Buen miércoles.

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