LE LLAMAN TARANTULA

Se quedó calvo antes de los veinte; por leer cosas sucias decía una madre que nunca le quiso. Y él se ríe por dentro, porque para masturbarse no le hacen falta fotos ni relatos, le basta con su imaginación. Para compensar las burlas sobre su calvicie se tatuó una araña en el centro del cráneo, y una telaraña octogonal acabó extendiéndose desde el final de la frente hasta el principio de la nuca y de una oreja a la otra.

El día que cumplió los treinta llegó a casa sin dos dedos de una mano. Una máquina del taller, con mal aliento y peor genio, le echó mal de ojo y le aplastó los dedos de la mano derecha entre sus mordazas. Él tuvo que aprender a escribir, a pegar y a tocarse con la izquierda. Aunque de vez en cuando, por la costumbre, todavía levanta la taza del café con la mano averiada y acaba vertiéndoselo por la camisa. Desde entonces lleva un guante de terciopelo azul en una mano solamente, como aquel negrito pederasta que se bailaba el moonwalk entre sueños de barbitúricos.

Ahora sabemos que es calvo, que tiene la cabeza atrapada en una telaraña de tinta, que sale a la calle lleno de lamparones y una mano abrigada a destiempo. Ahora sabemos todos estos datos. Pero ¿podríamos saber qué hace Tarántula por las noches?

tarantula

32 comentarios en “LE LLAMAN TARANTULA

  1. ¿Por qué tengo que leer las cosas más inquietantes cuando estoy por dormir? Las intermitencias del Insomne. Este relato me sugiere a David Lynch… el Tarántula podría habitar ese espacio por el que paseaban las fantasías inconfesables de Twin Peaks, podría ser el esclavo sexual de la madre de Lula, o masturbarse entre las bambalinas del Show Club, mientras escucha a la deliciosa y frágil Dorothy desgranar las notas de su Leitmotiv…

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    • Se te quedó traspapelado el personaje mas surrealista, más indescifrable: el enano que habla hacia atrás.
      Comparar ésto con el universo onírico de Lynch es sobrevalorarlo, pero todo un detalle. De ahí a Leaving Las Vegas solo un paso. 😉
      Agradecido.

      Confesión: Tengo una camiseta que dice con letras de molde: YO MATÉ A LAURA PALMER. Qué casualidad.

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      • El enano vive en ese laberinto, Es él, el esclavo de la malvada madre de Lula que nunca conseguirá beneficiarse a Sailor (ya has puesto al inefable Chris Isaak por abajo). Y por supuesto el onanista que sueña (como todos nosotros) con las formas voluptuosas de la Rossellini.
        PS Cuidado con esas confesiones, podrían terminar creyéndote.

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    • Ocho dedos hacen ocho veces más cosas que uno, eso son mates de primero 😉 pero también podría ser un pulpo, por eso de los ocho brazos, que curiosamente en ingles es octopussy, y más curiosamente la traducción es «ocho-coños», nunca he sabido porqué. Quizás tú puedas investigar.

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  2. Sin ánimo de ser muy bruto, se te a olvidado decir que tarantula, también habrá tenido que aprender a masturbarse con la otra mano 🙂

    Por lo demás, me ha parecido el retrato de un personaje, muy interesante, felicidades, pero ahora tienes que continuar un poquito más con la vida de tarántula no?

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    • Segundo párrafo: «tuvo que aprender a escribir, a pegar y a tocarse con la izquierda» 😉

      Hay personajes que tienen principio y final, pero nunca sé encontrarles ninguno de los extremos. Aunque te invito a que le des tú mismo la continuidad, sería divertido.
      Saludos.

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  3. Tarántula nunca duerme, comienza en los pensamientos del calvo a desnudarlo, pero casi siempre espera a que pase la media noche, cuando él ya está solo o cuando no tiene deseos de masturbarse. ¿No!, no le quita ropa. Le arranca la piel. Me da envidia el calvo y su Tarántula, pude tenerla, me atrevía a ser calva, pero nunca a perder dos dedos de la mano derecha, ni de la izquierda. Mi imaginación dice que Tarántula va de un lado a otro y mientras le arranca la piel le proporciona terribles orgasmos que no son eyaculaciones, sino pasiones sonoras, gritos, susurros, ecos.
    Me acorde de lo que hace Tarántula, cuando toca su piel, porque un día se confundió en mi cama, todo era perfecto hasta que mis dedos en su ansiedad por figurar en sus entornos la cagaron y solo me pude quedar con el recuerdo a medias de una noche que pintaba intensa, sin embargo mi cama olía sexo, ese olor que divaga en mis pensamientos cada que pregunto por ella, por Tarántula. Pasado un tiempo ella me dijo, que era imposible estar juntos, el problema no era tener los dedos completos, sino la distancia que entre los dos reinaba, un océano de por medio, no era lugar para que Tarántula se perdiera en las noches, y cuerpos separados, por más que uno lo quiera, es imposible fundirlos con el calor de la pasión.
    Tarántula, por las noches crea esa figura excitante todas las noches cuando el cuerpo de él se desangra, cuando su imaginación esta en otro lado, cuando su cuerpo se prepara para amanecer todas las mañanas, lleno de humedades y de ese sabor tan peculiar que suelen tener las telarañas cuando tejen alrededor del sexo el principio del placer, luego viene el silencio del amanecer y yo me quedo pensando, si todo esto lo inventé o qué demonios hace Tarántula al no tener pared…

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    • No lo podrías haber hecho mejor. Todo un lujo contar con esta variación, con este desprendimiento textual.

      No sé porqué me regresa a Lynch otra vez, y él me lleva a esto:

      Agradecido, amigo Carlos.

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    • Si las azoteas se perfilan en el skyline de Gotham City, si las moscas son malhechores comandados por el incombustible Joker, y cazar lo definimos como apresar, al final resulta que tenemos al andrógino Batman.
      Quién lo diría.
      😉

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    • Seguramente Tarántula también tiene un muro con el que va dando cabezazos continuamente, pero tarde o temprano acabará derribándolo, él y todos acabaremos derribándolo.

      😉

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