Viernes. Octubre. 9:35 AM Un hombre descalzo camina entre las hileras de coches parados frente al semáforo en rojo de la Meridiana con Aragón. Pide limosna a los conductores, casi todos le rehúyen la mirada y –forzosamente- pacientes aguardan a que el semáforo se abra. A cambio de unas monedas ofrece clínex o un paquete de Tuc sabor original, nadie acepta las galletas. El hombre descalzo tiene la misma barba descuidada, los mismos dientes podridos por el tabaco, los mismos ojos de iluminado que el mismísimo Cortázar. Él también podría escribir un cuento titulándolo “instrucciones para no ser feliz”, tiene un doctorado en mala suerte y va sobrado en másteres de reveses personales para poderlo publicar. Soporta el desdén de la vida tarareando en silencio el estribillo de una canción de Radio Futura: “eres tonto Simón y no tienes solución”.
Es un hombre triste.
Viernes. Octubre. 9:39 AM Una mujer gordinflona, cuarenta y pico años, y con una depresión de caballo que la incapacita para trabajar espera en el paso de cebra a que el semáforo peatonal le dé vía libre. Su mirada ausente sigue el zigzaguear del vendedor de clínex. Las raíces obscuras de su pelo teñido de trigo tienen varios centímetros, algún experto estilista podría calcular el tiempo transcurrido desde la última visita a la peluquería, son como esos aros concéntricos del tronco de los árboles que señalan las primaveras cumplidas antes de ser talados. El Mambo Gozón de Tito Puente que bailó el día de su boda se le cruza como un recuerdo por la cabeza pero no es capaz de borrar la pregunta que le martillea toda la semana. ¿Cómo una mujer maltratada, abandonada y sin recursos le explica a su hija de ocho años que hoy las van a desahuciar del piso por impago reiterado y tendrán que dormir en un cajero automático o en la entrada de un garaje? Su hija es pequeña pero no es idiota, todavía es incapaz de entender porqué viven sin energía eléctrica, porqué llenan garrafas de agua en la fuente para lavarse.
Es una mujer triste.
Viernes. Octubre. 9:43 AM En el chaflán de la calle Rogent hay un coche mal aparcado, un Renault Laguna plateado, modelo antiguo de finales de los noventa. En su interior dos gitanos de Nimes hablan con ese francés goloso y lleno de tropezones que solamente pueden entender los de su rama. Un hombre joven con rastas y camiseta de Desigual se para a su lado, cruza dos palabras con los gitanos e inician un intercambio. El próximo sábado hay una fiesta de telecos y este joven quiere tirarse a una princesa de primero de ADE, ella le ha prometido entregarle su diamante depilado si él es capaz de hacerla volar, él piensa que un poco de ayuda química nunca viene mal, está equivocado. De las manos del universitario aparecen un billete de 50 y uno de 20, de las manos de uno de los gitanos aparece una bolsita con 2 gramos de Ketamina. Un rápido movimiento de prestidigitación y la merca cambia de propietario. Durante toda la transacción sonaba en la radio del coche la guitarra estupefacta de Angus Young eternizando el Thunderstruck.
El universitario no está triste y no tendrá tiempo de estarlo.
Viernes. Octubre. 9:47 AM Una hilera de párvulos caminan paralelos al carril bici de la calle Valencia. Van atados por la cintura con una cuerda y al principio de ésta los guía una chica de unos dieciocho o diecinueve años, lleva mechas azuladas en el pelo que le dan un aire falsamente alternativo. No presta atención ni al tráfico ni a los críos, está abducida tecleando en su smartphone. Dentro de veinticinco años todo seguirá igual, los niños serán adultos atados con jodidas obligaciones socio laborales, y estarán guiados por un líder que hace caso omiso a sus necesidades, que mira únicamente por su interés. La chica está en sus cosas, tiene un novio nuevo que la anda presionando para follar, ella le ha pedido un imposible. No le importan la mierda de trabajos que consigue a tiempo parcial (promotora, canguro, tele operadora), no le importan los cuatrocientos euros que ganará y que servirán para pagar las putas tasas de la universidad, no le importa la algarabía de esos críos que tiene que llevar del cole al gimnasio escolar y del gimnasio escolar al cole. Lleva las orejas punzadas de aretes, piercings en labio, nariz y ceja, quizás alguno oculto en un pezón, cada uno de estos sabotajes a la dermis son balazos mal curados de amores contrariados. Malú con esos agudos fatalmente sostenidos está rompiendo los algoritmos de compresión de su Mp3.
Ella no está triste pero lo estará.
Viernes. Octubre. 21:52 PM Un hombre desaliñado -que se parece a Cortázar y camina descalzo- sale del 24/7 de los pakis con dos bricks de vino barato, hoy cenará unas Tuc sabor original remojadas en tinto, esta mañana tenía dos paquetes de galletas pero uno se lo ha regalado por pura lástima a una señora en la parada del metro hace poco menos de diez minutos. Al final de la calle hay ruido de sirenas acompañadas por luces azules y amarillas, policía y ambulancia, mala señal.
Cortázar no es curioso pero quiere saber.
En la zona cero de la desgracia se halla una muchacha de vetas cobalto en el pelo con un ataque de histeria y atendida por los sanitarios, dos metros más allá una sábana de papel de aluminio tapa el cuerpo sin vida de un joven con rastas.
La muchacha al salir del trabajo se acercó a casa de su nuevo novio para negociar el imposible, para endurecer o aflojar las condiciones, no quiere otro desastre en los trámites del querer, no necesita otro agujero en su cuerpo con un pendiente de acero quirúrgico que le recuerde otra –la enésima- mala historia.
El novio para darse un valor que no le hace falta ha probado la mierda que le vendieron dos gitanos esta mañana, la keta estaba tan mal cortada que la dosis le ha explotado dentro de la cabeza, durante unos segundos ha creído ser murciélago sediento y ha saltado por la ventana en vuelo circular de reconocimiento buscando victimas propicias.
La policía acordona la zona e intenta hacer retroceder a los mirones, por la radio emisora del coche patrulla se solicita su desplazamiento urgente hacia la cercana estación de metro del Clot; una mujer se ha tirado a las vías del convoy, el maquinista no ha podido hacer nada para evitar arrollarla. En el andén ha dejado tres bolsas con ropa, dos cajas de libros y una niña de unos ocho años que llora desconsolada con un paquete de Tuc sabor original en la mano.
¡Lo que faltaba, carajo! Es como si un ventarrón de polillas y dientes se estuviera colando por alguna ventana rota…
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El oficio de cristalero está de capa caída desde que los cabrones de los de arriba hacen huelga a la japonesa tirando piedras donde saben que duele.
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Tremendo. Vaya síntesis de cuento y crónica urbana, tan verosímil. Y esa tristeza que se va colando como la arena por más que tratemos de adormilarnos con cantinelas cada día más gastadas. Un abrazo.
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He comprado garbanzos y estoy metiendo uno en cada reloj de arena de la tristeza que encuentre.
Estas historias no son cuentos inacabados, ya parecen cuentos infinitos a los que no hay cristo que les ponga fin.
Abrazos.
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Madre mía. Sin palabras.
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Lamentablemente así nos quedamos todos, que no decimos nada, estamos acostumbrados a que otros digan cosas por nosotros, y así es imposible cambiar nada.
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Es el resultado del siglo XXI.
Una competición personal de todos para ver quien llega aunque sea lisiado.
Saludos.
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Pero ¿hay premio? y en caso de que sí lo haya ¿vale la pena?
Saludos
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Cruel, sonoro, degollador.
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Siempre he sabido que serás una buena profesional de la salud, como el Dr. House pero con corazón. Esos tres adjetivos me lo han demostrado.
Saludos
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Me encantó el relato, de belleza brutal como una patada en el estómago mientras comes tu helado favorito. La ciudad es un monstruo que nos volvió máquinas incapaces de ver a los demás, hasta que es demasiado tarde y nos explotan en la cara.
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Coincido en catalogar a las ciudades como monstruos, sí, pero son nuestros monstruos, nosotros las creamos y mantenemos.
Un saludo.
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Al estilo de Guillermo Arriaga…..todos estamos enlazados en este mundo estrecho…Me gusta…
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Arriaga, ese mexicano loco, me hizo pensar mucho con Amores Perros.
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Me habían dicho que ahora perdías el tiempo con esto de los blogs, es verdad. Sigues haciendo lo que quieres. La historia está bien pero continúas con los fallos estructurales y sintácticos de siempre, si no te hubieses despedido a la francesa de mis clases ahora mismo lo harías mucho mejor. Tienes los personajes, tienes tu visión milimétrica de la historia, tienes tu memoria musical del momento, pero te sigue faltando algo. Una abrazada.
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Agradecido por las observaciones.
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En la última reunión del proyecto Maurici te puso como ejemplo a no seguir, y yo fui la que le indiqué que continuabas haciendo tus cositas por aquí. No imaginé que seguía enconado y que se permitiría la desfachatez de demostrarlo. Ya perdonarás.
(cuando quieras volver no tienes más que hacerlo)
besos
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No pasa nada, cap problema. La gente que tiene la vida resuelta se aburre sobremanera, y yo no tengo la culpa.
Nos vemos.
Besos
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Es un poco prepotente por tu parte decir eso, sobretodo basándote en los cuchicheos traidores de esa «nosabesnada» , (otra que nunca llegará a ser nadie)
Pero no importa, ya sé que seguirás malgastando el tiempo y algún día me darás la razón.
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Podrías competir sin duda alguna con cualquier de los escritores gringos que retratan la realidad de forma cruda. Mi querido Cortazar se sospecha que murió de sida, tal vez una de sus primeras victimas, no se porque lo digo, pero tenía que decirlo, es tal vez porque a las ciudades les falta saber un poco de historia y menos de tragedias.
Me gusta lo que pasa cada 4 minutos, menos en el último enlace del relato donde transcurren cinco, supongo que es un minuto después del ciclo que se viene dando y donde todo pasa, el carácter obsesivo de la historia demandaba ese cierre en cuatro o tal vez en 6 minutos que son 360 segundos y que sería como dar un giro si los segundos fueran grados, aunque tal vez no hay giros en esta historia, sino que todo sigue la inercia del consumismo.
Para mí como lo dije al principio eres un grande y Bukowski sería tu compadre
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Si tuvieras tetas te pediría en matrimonio.
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Me puedo poner al menos dos…
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Ostia puta¡¡¡
Se me olvidó poner emoticonos de ironía en mi respuesta, 😉 😉 😉 ni por un momento pretendía amancebarme contigo. Tu lo comprendes. Mariconadas las justas.
(pero si te las pones con una 100 o 110 de talla me va bien)
😉
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Si me animo te aviso. Unas 110 creo que no estarian mal, pero antes voy hacer investigación de mercado.
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Los topicos sociales se crean continuamente…algunos tienen la vida eterna los otros son de momentos que vivimos..Los topicos de hoy son esas…un mendigo licenciado, doctorado ..una familia en miseria ..una mujer maltratada..El relato esta repleto precisamente de esos topicos muy reconocidos…tan reconocidos que ya no nos impactan….Es bastante dificil salir de esa presion de las ganeralizaciones…Pero me gusta muchisimo digamos la musica de sus palabras…el hilo de la historia…la elegancia..La elegancia esta en todos sus relatos…un beso…..sugo su admiradora.
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Los tópicos -positivos o denigrantes- tienen su peso específico (un gramo o una tonelada) en cada historia, pero no por ello desaparecen.
Otro «besico» 😉
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Me ha encantado. Un gusto leerte. Y buen gusto también por Neorrabioso.
Un saludo
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Batania es el puto amo.
Nunca estaremos sobrados de héroes.
Abrazos
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Muy buena historia.
Un abrazo.
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Por desgracia es la historia que veo día sí y día también.
Abrazo de retorno.
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No te había leído hasta hoy pero creo que me perderé pocas cosas a partir de ahora
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Agradecido por la visita, puedes volver cuando quieras.
Saludos
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Nunca creí sentir tan fuerte lo que ve otro. Espléndidos los tiempos, desgarrante el tema, duro en los ejemplos.
Si por casualidad, si mal no entendí, concurrías a talleres literarios, dejo una sugerencia nunca un consejo; deja de hacerlo.
No necesitas quien te guíe, tienes tanto para dar, y sabes hacerlo.
Cinco espléndidos relatos enlazados en su justo tiempo.
Un abrazo y hasta pronto.
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Es curioso lo que me dices, coincidimos.
Desde que te sigo (mucho antes de aquella aventura del Té con Draupadi) yo me he sentido transportado no solamente a lugares si no a sensaciones con tus Usos y Costumbres. A veces leo algo que está bien, o es bonito, o que llega dentro, pero no deja de ser objetivo, en cambio contigo es como meterse en una maquina intercambiante espacio-tiempo.
En cuanto al otro tema ya dejé de hacerlo, no por considerarme superior o sobrado, es que hay gente que me aburre, sobre todo los yoistas.
Gracias por tu visita y por tus palabras.
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Me ha impresionado, la verdad! Que sepas que he descubierto tu blog porque me entró curiosidad al ver un desafortunado comentario tuyo en otro blog, no esperaba que me gustara 😉
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¿desafortunado es porque tengo «prejuicios» o porque tengo criterio? 😉
Me alegro haberte hecho cambiar de parecer. Bienvenida.
Un saludo.
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Muy bueno. Me ha gustado mucho. Gracias por tus reflexiones.
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Gracias a ti por volver, un honor que me haces.
🙂
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A veces los que menos tienen son los que más capacidad tienen de dar. El mundo necesita más hombres descalzos.
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Me quedo con tu segunda frase, aunque suene a moralina de alguna película gringa. Agradecido por la visita.
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È in casi come questi che maledico la mia totale incapacità di apprendere le lingue.
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non è bisogno aprprendere , solo sentire
😉
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Anvilibavol! ¿Quién es el Maurici ese? ¿No hay forma de leer nada suyo? Que pasada con las generaciones más viejas, que si en breves no llegan a nada, se redimen tirando mierda a la generación que viene, y pretenden que escribamos como ellos. Como diría mi padre: amosnomejodas. ¿Quién quiere repetir sus patrones arcaicos, métricos, de lenguaje fino y casi sin alma?
No queremos ser como ustedes.
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Maurici no «pierde el tiempo» en sitios como este, Maurici no es nadie pero todavía no se ha dado cuenta.
Agradecido por la visita.
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Siempre se ha dicho: No somos nadie…
Me produce un placer extremo leerte, ..y envidia infinita (eso es lo peor)
Genial relato, a mi me gusta y me llega, no se por qué tiene que tener estructura o forma o color determinado.
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Esa misma es mi pelea diaria, evitar las estructuras innecesarias, los corsés y las reglamentaciones prehistóricas.
Tú sí que sabes.
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